La iniciativa busca que esta práctica abone a la autoproducción de los alimentos y a posicionar una relación armónica con el entorno
Con dos metas muy concretas —la de abonar a la autoproducción de alimentos sanos y la de posicionar en la mente de las y los estudiantes el llevar una relación armónica con el entorno y los ecosistemas—, el Módulo El Limón, de la Preparatoria de El Grullo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) trabaja desde hace alrededor de dos años para convertirse en la primera preparatoria agroecológica de Jalisco.
Esto consiste, según explicó su coordinador, el licenciado Alberto Darío González Hinojosa, en diversas prácticas: desde dejar de usar desechables dentro de las instalaciones, hasta reproducir en un vivero plantas y árboles de la región. El proyecto va más allá, pues se han vinculado con académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) para incluso posicionar el fin dentro de las actividades académicas que oferta el plantel.
El personal del ITESO hace análisis pedagógico en torno a por qué hablar de una preparatoria agroecológica. Y de manera colaborativa se orienta el proyecto para que así el Módulo el Limón pueda comprenderse de una manera diferente para poder tener entornos que estén acorde a estos contextos, con dinámicas, por ejemplo, como la de pizarrón verde que consiste en poder inducir a todas las unidades de aprendizaje con la agroecología como epicentro.
“Por ejemplo se considera utilizar dinámicas como determinar cuántos metros cúbicos hay en una parcela y cuánto se puede producir en ella, de manera indirecta ahí se involucran las Matemáticas. Lo que buscamos es implementar un plan y generar una reestructuración para lograr ese fin, que la agroecología esté como parte de nuestras unidades de aprendizaje”, externó.
En el vivero con el que cuentan sirve para producir árboles de la región (como la parota, el guamúchil, entre otros) para que luego, las y los estudiantes puedan plantarlos en zonas del municipio a manera de reforestación. El punto clave es cambiar la mentalidad, que las y los alumnos se enseñen a producir sus propios alimentos y que promuevan el cuidado por las áreas naturales.
“Con esto se fomenta que tengan un sentido de responsabilidad; esto nos implica que hagamos que el o la joven tengan la conciencia de tener sus alimentos saludables y de una relación armónica con el entorno. Si logramos que los jóvenes repliquen en sus entornos lo que aprenden en la escuela tendremos un programa de éxito. Ya tenemos una generación que egresó con este objetivo; ellos desarrollan el seguimiento desde la extracción de las semillas hasta plantar los árboles que se cosechan dentro de las instalaciones en zonas del municipio”.
El plan se alinea a otra propuesta de trabajo emprendida por el propio municipio de El Limón, donde la mayoría de agricultores no utilizan feticidas para facilitar o aumentar la producción de las parcelas y así evitar que se merme la salud de la población.